Ya hemos hablado muchas veces de cómo las primeras semanas con Tu bebé recién nacido en casa son tan emocionantes y difíciles al mismo tiempo. Nos hemos reído juntas de cómo metemos la pata, estamos confusas, desorientadas, histéricas, olvidadizas, nerviosas… De hecho, muchas de las blogueras que te he recomendado a lo largo de este tiempo, comenzaron a escribir para compartir todo ello: desahogarse, expresarse, preguntar, aconsejar, ayudar, hacer reír a otras madres en la misma situación… En definitiva, dar y recibir apoyo. Por eso, a lo largo de este post quiero hablaros de las salus, más que una simple ayuda, para mí es como una salvación.
También en mi caso, puedo decir que esta desorientación que sentí en los primeros momentos fue una de las razones que me empujaron a crear Tubebebox. Ya sabes que cuando di a luz a Niño Maravilloso estaba recién llegada a una ciudad desconocida y que no tenía ni a mi familia ni a la de Marido Perfecto, y tampoco a mis amigas. Quizá por eso me volqué buscando información en Internet e intentaba hacer todo aquello que los mejores artículos y las mejores blogueras aconsejaban, como si se tratara de mi propia familia y amigas. Luego pensé que lo que aprendí podía transmitírselo a otras muchas mujeres que se sintieran tan perdidas como yo.
Encontré en la red muchos buenos consejos que me sirvieron de ayuda con Niño Maravilloso. Sin embargo, otros se me escaparon. Hoy te quiero hablar de uno de esos descubrimientos que he hecho demasiado tarde para poder contarte mi experiencia en primera persona (quizá con hermanito/a maravilloso/a tenga la oportunidad, si alguna vez me decido). Sin embargo, no puedo dejar de compartirlo contigo, porque estoy segura de que esta información puede serte de ayuda. Hablo de las salus, un sector profesional que nació hace más de dos décadas y que, desde entonces, se dedican a acompañar a mamás y papás en los primeros momentos de la maternidad.
Sí que te he hablado alguna vez de las doulas. Sé que muchas mujeres tienen reparos frente a esta figura y lo comprendo. Porque lo cierto es que una doula no tiene formación sanitaria. Una salus, sí; es la figura que puede satisfacer esta necesidad de orientación profesional (guía, compañía, soporte, ayuda o como quieras llamarlo) para el cuidado de un recién nacido.
Porque, aunque Internet está muy bien, nada puede remplazar el calor humano. Alguien que conozca a Tu Bebé, tal y como es en carne y hueso, y que además tenga formación sanitaria (las salus suelen tener formación de matronas, enfermeras…) para guiarte en aquello que más te preocupe: la salud, el baño, el llanto, la lactancia… Y no sólo para enseñarte a atender mejor a Tu Bebé, sino para brindarte a ti todo el apoyo y comprensión que necesitas. En tu propia casa.
En este artículo extraído de ABC encontrarás más detalladamente todos los beneficios y ventajas de la opción de contratar a una salus. Algunas veces nos resignamos a pedir ayuda, pero es que las salus… Son algo más que una simple ayuda ¿no te parece?