A los siete meses, mi bebé, hasta ahora apodado Niño Maravilloso, se ganó un segundo sobrenombre mucho más contundente: Rambo. Y es que, ¡el gateo del bebé podría ser confundido con una culebrilla arrastrándose por toda la casa!
Y, ¿qué es lo que pudo hacer un bebé de siete meses para merecer el nombre de un matón de cine? ¿se aficionó a las metralletas? Pues no… ¿Te acuerdas de Stallone arrastrándose por el suelo? Pues NM decidió que a él no le iba gatear como a sus semejantes. Porque a él lo que le gustaba era reptar sobre su vientre. ¿Conocéis a algún cachorro de animal que se desplace arrastrándose y que pueda considerarse lo suficientemente mono como para protagonizar un calendario o ponerlo de fondo de escritorio? A cuatro patas, muchos: perritos, gatitos, ositos, tigrecitos, leoncitos… Pues nada, mi NM prefiere parecer un bebé lagarto, ¡qué le vamos a hacer!
Mira este divertido vídeo sobre el gateo del bebé para ver que hasta los perros se burlan!