Preparar la canastilla del hospital

Una de las cosas que más preocupa a una madre primeriza, (aparte de todo lo relacionado con el parto) es la estupenda canastilla del hospital.

¿Cómo preparar la canastilla del hospital?

¿Qué debe llevar la canastilla que te llevarás al hospital para el nacimiento de tu bebé? ¿Cómo saber qué tienes que llevar? ¿Cuándo debes prepararla? Te harás muchas preguntas, es normal, pero no te angusties, ¡tranquilidad!

La maletita de la que tanto hablamos se debería empezar a preparar unas 3 semanas antes de tu fecha probable de parto, si tu bebé nace a término, es decir, desde la semana 37 de embarazo, no te pillará desprevenida.

Aunque en cada hospital te pedirán cosas diversas, sí que hay unos básicos que debes preparar: pañales, toallitas húmedas, ropita (body y pijama), así como gorritos. Debes calcular que en el caso de césarea estarás varios días en el hospital así que ¡estate preparada también para ello!

A la sala de partos te permitirán llevar pocas cosas, un gorrito y dependiendo del hospital un body de cuerpo entero o un pijama, ya que al poco de nacer, tu bebé no regulará demasiado bien la temperatura de su cuerpo, por lo que el calor que le proporcionarán estas prendas será necesario. Un consejito: prepara la primera puesta de tu bebé en una bolsita a parte, así tendrás controlada la ropa cuando te la pidan.

La mamá también necesitará prendas de recambio y ropa cómoda tanto para el hospital como para volver a casa, así que habrá que incluir varias prendas de ropa interior, neceser, etc. ¡Y una bata! Si quieres iniciar la lactancia en el hospital, una bata será perfecta para poder ofrecer el pecho a tu bebé.

Ante todo recomendamos comodidad, mucha comodidad para ti y para el bebé. Los bodies del bebé deben ser sin botones ni lazos, ya que éstos son molestos para el pequeño.

Si quieres una maleta ya hecha y olvidarte de pensar en todo, tienes estas dos maletas que son perfectas para llevarte.

En definitiva, tómatelo con calma, piensa que es una maleta normal y corriente como si te fueras de viaje, pero pensando que a la vuelta, tu vida habrá dado un giro de 180º.