Si mi Niño Maravilloso ha resultado ser original y diferente al resto de bebés en algo es sin duda a la hora de moverse de un sitio a otro. ¿Qué quiero decir con esto? Ya te conté la forma tan divertida en la que mi bebé comenzó a gatear cuando tenía siete meses, lo que dio pie a que en casa le apodáramos Rambo. Pues no quedó ahí la cosa. A los nueve meses, cuando la mayoría de bebés hacen sus primeros intentos para ponerse de pie, Niño Maravilloso decidió dar a esta fase una nueva dimensión.
Fusionó el modo gateo con el modo me pongo de pie, lo que dio como resultado una forma de ‘gate-caminar’ de los más particular. Sí, NM gatea de pie. Queda una posición rarísima… Aunque desde luego ya no parece Rambo, ahora es como un maestro yogui con pañales, ¡porque ahora parece un mono! Si haces yoga, quizá conozcas la posición del ‘downward facing dog’. Pues es esto, pero con movimiento. No es que lo haga puntualmente, sino que es su forma de moverse de un sitio a otro y de volverme loca, ¡no veas la velocidad que se puede alcanzar de este modo!
He pensado en esta anécdota cuando me he topado con un artículo de Ser padres. En una galería de imágenes muy molona. Son esas posturas que tu bebé de nueve a doce meses practica naturalmente y que a ti te ha costado horas de sesiones yoguinas para aprender a hacer correctamente ¿Cuándo perdemos esa flexibilidad innata? Supongo que al mismo tiempo que dejamos de tener la piel perfecta, sonrosada y suave y de oler maravillosamente.
Lo mejor de esta galería de maestros yoguis con pañales es que también te cuentan los beneficios para la salud del peque que tiene cada una de estas posturas.
¿A que no es mala idea plantarte en el salón y lanzarte a una sesión de yoga con tu bebé? Cada uno hará las posturas que conozca y al final a ver quién acaba imitando a quién. Las risas están aseguradas, sobre todo si se apunta papá a la sesión, ¡seguro que es él el único que se queda en pañales!
Y volviendo a Niño Maravilloso, me pregunto si una vez que camine lo hará como todos los mortales o inventará una nueva forma de andar. Y cuando aprenda a correr, ¿se parecerá más un caballo o a una gacela? Y cómo saltará, ¿a lo canguro o a lo rana? CONTINUARÁ…