Cuando no tienen dientes están tan monos… Niño Maravilloso me hacía mucha gracia, sobre todo cuando se reía, y siempre bromeaba con Marido Perfecto, pues con su sonrisa desdentada y sus dientes de bebé (sólo tenía 2 dientes abajo) nos recordaba a un abuelito.
A los ocho meses empezaron a crecer sus dientes de arriba. Y el resultado fue aún más divertido, muy distinto al que me imaginaba. NM es de esos bebés a los que le salen primero los incisivos, y no los dientes del medio… Así que pasó de parecer un abuelito a parecer un tatarabuelito. Aunque, sin duda, el parecido razonable que se lleva más puntos es el de Pequeño Vampiro. Ahora mi Draculín le saca una sonrisa a todo el mundo y él está encantado, pues es un auténtico payasete.
Aunque te haya contado esta anécdota divertida, sé que el tema de los dientes del bebé no es siempre el preferido de las madres, pues suele acarrear muchos inconvenientes: culetes irritados, noches en blanco, camisetas empapadas…
Como intento no renunciar nunca al humor ni en los momentos más complicados, te he traído este artículo de Mi Gremlim No Me Come, en el que además de sacarnos unas risas, la pluribloguera (se encuentra también detrás del blog Boticaria García) nos aconseja y nos explica todo lo que una madre primeriza debería saber sobre los dientes del bebé.