En el duodécimo de Niño Maravilloso me llevé todo el mes ensayando… ¿Cuántos añitos va a cumplir mi niño? Cuando estábamos los dos solos mi pequeño levantaba su dedo índice y me miraba orgulloso, y aún más orgullosa que me sentía yo, ¡Bravo! ¡Bravo! Yo le decía: ¿Cómo va a soplar mi niño la velita? Y NM ponía morritos y más que soplar, escupía, ¡pero qué más daba! ¡Bravo, bravo! Animar a mi bebé era algo bonito y sano.
Sin embargo, en cuanto le decía al niño que le dijera a la vecina cuántos añitos iba a cumplir, NM se ponía a mirar a las musarañas cómo si la pregunta no fuera con él… Y yo me quedaba como un pasmarote, excusándolo con una media sonrisa. Y no digamos nada de cuando llegó el momento de soplar la vela de la tarta de verdad… Quizá el fuego lo hipnotizó o las caras sonrientes y expectantes en torno a la mesa lo intimidaron. Ese día descubría que NM, que va de estrella del rock cuando se trata de lucirse delante de su mamá o su papá, parece no disfrutar mucho siendo el centro de atención cuando el público es muy numeroso.
En cualquier caso, ya te advierto, es posible que la vela del primer año de Tu Bebé se consuma antes de que la sople… Eso sí, en cuanto asista al cumple de otra persona querrá ser él quien sople las velas. Está claro que los bebés son espíritus libres. No entienden ni de protocolo, ni de estadísticas, ni de buenos modales… ¡Tanto mejor! Somos los padres, los que a veces nos pasamos el día obsesionados con si están avanzando, o desarrollándose al ritmo adecuado.
Recuerdo un día que llegué a casa de unos amigos de Marido Perfecto. Su hija, que aún no tenía dos años, estaba pegando pegatinas en una hoja ¡Muy bien, le dije! ¡Que dibujo más bonito! Su madre me dijo: es que en la guarde todos sus compañeros llevan muy bien lo de pegar pegatinas y ella lo hace fatal… Le he comprado algunas para casa, así practica… Yo me quedé un poco a cuadros. ¡ésa no es manera de animar a un bebé!
En este último mes de su primer año, y en los próximos que vienen, Tu Bebé se encuentra en un momento en el que necesita reforzar su confianza y su autoestima. Tiene que hacer frente a aprendizajes claves en su futuro: el lenguaje, caminar… Pero tampoco debemos obsesionarnos ni presionarlos. A veces, en cambio, podemos tener una influencia negativa sin darnos cuenta o sin hacerlo a propósito. Por eso, he escogido este post de El Bebé que nos explica, de una forma sencilla, que actitudes favorecerán o repercutirán negativamente en la confianza de tu hij@ de uno a dos años y sobre todo, te dicen cómo animar a tu bebé.