Todavía no lo sabes, aunque todas las mamás no paran de repetírtelo: ¡el tiempo vuela! Pronto ese renacuajo que tienes en casa habrá crecido tanto que te costará trabajo recordar cómo era cuando nació. Puede ser un tópico, pero también es una gran verdad. El tiempo pasa muy deprisa cuando tienes un bebé. Por mucho que lo desees no hay manera de congelarlo, hacer que se pare en el momento en el que sonrió por primera vez o dijo su primera palabra. Piensa además en todas las cosas que vienen después y que que te perderías.
Lo que sí puedes hacer es intentar que te quede el mejor recuerdo posible. Quizá este artículo te sirva para ello. Una de las formas de luchar contra la futura nostalgia es tomar fotografías de cada mes. Yo lo hice, en principio, porque tenemos a toda la familia lejos y a muchos de nuestros amigos también y no podemos visitarlos constantemente a todos. Para que vieran como Niño Maravilloso iba creciendo, les enviaba cada mes una fotografía de NM con su edad escrita en una hoja de papel. ¡Fue una gran idea! Gracias a que hice esto, más adelante tendría una súper sorpresa que nunca olvidaré. Mi abuela, que está loca con NM, había hecho imprimir todas y enmarcarlas. Una foto por cada etapa desde su primer día hasta su primer aniversario, ¡una chulada! No me lo esperaba y me emocioné un montón cuando llegué a su casa y lo vi.
Una buena idea sería ir fotografiando a los niños cada mes con un peluche alado, para tomar como referencia las medidas e ir viendo cómo crecen cada mes. ¿Te atreves a probarlo?