En otro post te conté la forma tan graciosa en la que Niño Maravilloso comenzó a gatear, o mejor dicho, a reptar. Lo que pasa es que N.M. no acababa de pasar de la fase del arrastre (la fase previa al gateo) a la fase del gateo propiamente dicha. Lograba coger mucha velocidad ayudándose sólo con los brazos, así que no se interesaba en utilizar las piernas. Tengo que confesar que mi pequeñajo a pesar de ser maravilloso es un pelín brutito, pues luego volvió a hacer algo parecido cuando comenzó a caminar.
Puede que a tu bebé le ocurra lo mismo o que esté tardando en comenzar a marchar a cuatro patas. Es muy normal, cada bebé tiene su ritmo y su manera de ir franqueando distintas etapas, aunque la mayoría lo logra entre los nueve y diez meses. Incluso parece que hay niños que nunca llegan a gatear, sino que directamente comienzan a andar y no pasa nada. A los padres nos encanta ver cómo evolucionan, así que seguro que te apetece un montón ayudar a tu bebé a gatear.
Creo que una cosa importante es pasar tiempo con ellos jugando en el suelo. En una zona segura, rodeado de sus juguetes, podéis hacer muchos juegos y ejercicios para desarrollar sus habilidades psicomotrices. Eso sí, ¡una vez que lo logre puede que te arrepientas pues ya no habrá un rincón de la casa que se le resista!
Aquí te dejo una lista de juegos para ayudar a tu bebé a gatear que yo he realizado con N.M y que le encantaban:
¿A calentar! Tendido boca arriba en el suelo, cogía sus piernecitas y hacíamos la bicicleta. Uno, dos, uno, dos…
- Lo ponía de rodillas frente a mí y lo llamaba o le mostraba un juguete para que él intentara alcanzarlo. Cada vez iba alejándome más, hasta que lo ponía fuera de su alcance para que se moviera hasta mí.
- Lo ponía en el suelo boca abajo y le pasaba un pañuelo por la cintura para levantarle la tripa, ayudándole así a apoyarse sobre sus rodillas y las palmas de las manos.
- Dicen que lo mejor es dar ejemplo, así que me ponía yo misma a cuatro patas para que él me imitara y jugábamos al “pilla pilla”.
- Los juguetes que hay que rodar y perseguir, así como las mantitas de actividades son geniales para estimularles a moverse.
Seguro que tu bebé también disfruta mucho con estos juegos. Cada vez que N.M. lograba hacer algo nuevo, lo felicitaba y animaba para reforzar su confianza y autoestima… hasta que empezó a intentar meter los dedos en el enchufe, claro. Entonces empieza otra etapa, la de decir no todo el rato… Pero esa es otra historia.