¿Ya tienes a Tu bebé en casa? ¿estás viviendo a tope este mágico momento? No querría yo molestaros, pero como me considero tu amiga, y quiero que todo os vaya como la seda, no me queda otra que, de vez en cuando, traerte un post como éste de título tan poco atractivo: trámites tras el nacimiento de tu bebé, sobre todo administrativos.
En efecto: una de las cosas que pueden agriarte este momento tan dulce de tu vida es toda la cantidad de papeleo que hay que llevar a cabo: digámoslo claro, los trámites tras el nacimiento del bebé son tan rollazo como indispensables (a no ser que quieras a tu bebé indocumentado, lo que, sobre todo, si vives en un país extranjero, no es muy recomendable…)
Si encima has tenido un parto y post parto tan complicados como el mío lo último de lo que tendrás ganas es de hacer colas en sitios como el registro civil ni de arrastrar tu cuerpo para recorrerte la ciudad de un lado para otro.
Mi primer consejo al respecto es que leas el artículo de Pintandounamama. Puedes incluso imprimirlo y subrayarlo. Pues, de forma esquemática y muy completa, repasa cada uno de los trámites tras el nacimientoque tendrás que llevar a cabo en este momento. Pediatra, registro civil, baja por maternidad y/o paternidad. Lo bueno de este artículo es que lo recoge todo, absolutamente todo, pues la otra opción que te queda es ir buscando cosa por cosa en foros y demás.
Mi segundo consejo es que te busques un buen aliado o aliada. Este aliado tiene que tener unas características muy definidas: paciencia infinita, mano izquierda, diplomacia, capacidad de organización, y un gran carácter que tendrá que sacar a relucir de hacer falta. ¿crees que exagero? Puede que, por cercanía, y porque le concierne a él más que a nadie, este papel suele recaer en papá, aunque no siempre sea la persona que encaja mejor en dicha descripción.
En mi caso, fue mi suegra la persona que se convirtió en mi aliada de trámites tras el nacimiento. Fue ella, que es muy buena para todo el papeleo, la que más me ayudó. La verdad es que pensándolo hoy fue una suerte, pues no me quiero imaginar si mi madre hubiera tenido que encargarse de ello. Creo que las anécdotas hubieran dejado material para una película: Una francesa perdida en la ciudad.