En este post voy a hablar sobre cómo cambiar un pañal, tema del que no suelo hablar, pues como ya te he comentado en alguna ocasión soy bastante pudorosa con las cuestiones escatológicas. Sin embargo, la realidad es que toda madre acaba tarde o temprano comentando en público los secretos que esconden los pañales de su bebé, y yo, después de tantos meses escribiendo sobre mi vida con Niño Maravilloso, ya no podía escaparme por más tiempo. Sí, amiga, me ha llegado la hora de hablar de las Caquitas Maravillosas, a las que a partir de ahora me referiré discretamente como CM.
Recuerdo la primera vez que tuve que cambiar el pañal a Niño Maravilloso. Afortunadamente y como nos ocurre a la mayoría, sucedió en el hospital. Creo que si hubiera ocurrido en casa hubiera tenido que llamar al pediatra para tranquilizarme. Claro que ya había leído sobre el meconio, no por ello dejo de sorprenderme que NM viniera al mundo con la barriga llena de petróleo. Te aseguro que esta CM es una de las más difíciles de limpiar, no sólo por ser la primera, sino porque nunca volverás a enfrentarte con algo tan pegajoso y bien adherido al culete de tu bebé.
Cuando NM era aún lactante, solía ensuciar sus pañales pocas veces al día, pero en cantidades inverosímiles para un cuerpo tan pequeño. En este caso yo siempre optaba por el integral: desnudarlo completamente, meterlo en el agua y ponerle ropa limpia de arriba abajo, con la misma urgencia que si fuera el portador de un virus súper contagioso al que hay que desinfectar inmediatamente.
Luego llegó la introducción de los sólidos y el tema se complicó. Las CM se diversificaron en un sinfín de formas, texturas y olores diferentes que hay que conocer para controlar el tránsito intestinal de tu bebé. Para eso está lo que yo llamo, en privado, la Caca Agenda, pues que no te engañen, para lo que existe básicamente la agenda de la guarde es para llevar un control exhaustivo de las CM de tu bebé.
Y es que el tema de las CM despierta en mí muchas preguntas existenciales que todavía ninguna mamá experta ha podido aclararme ¿cuánta CM podrías aceptar en un body para decidir cambiárselo por uno limpio? ¿Cuántas toallitas es el máximo que puede emplearse en dejar reluciente el culete de tu bebé sin considerarse una maniática de la limpieza? ¿Cómo hay mujeres con la destreza suficiente para cambiar al bebé en su falda sin mancharse?
En fin, si estas cuestiones te parecen aún demasiado complicadas, quizá necesites empezar con este post tan genial que he encontrado en about.com sobre cómo cambiar un pañal: Cambiar los pañales a tu bebé, paso a paso.